El maestro Suzuki fue un famoso profesor de violín japonés que creía que todos los niños tenían talentos musicales y podían desarrollarse a una edad temprana. Suzuki enseñó su filosofía a miles de estudiantes y profesores a lo largo de su vida. Contrariamente al pensamiento tradicional, Suzuki creía que el talento tenía más que ver con el entorno en el que se desarrollaba el niño que con la genética. Su conclusión se basó en que si cada niño tiene el potencial y la capacidad de aprender, entonces todos los estudiantes tienen el potencial de lograr un gran talento y capacidad. El Maestro Suzuki dijo que si nos esforzamos podemos convertirnos en seres humanos superiores y adquirir talento y habilidad.

El Maestro Suzuki se asombró al ver cómo un niño podía aprender su idioma por difícil que fuera, simplemente imitando y escuchando a sus padres hablarlo y por la constante repetición. Además, observó que todos los niños aprenden su idioma a su propio ritmo y que los niños que fueron recompensados y animados por su esfuerzo aprendieron más rápidamente. Esto permitió a los niños construir un vocabulario amplio con muy poco esfuerzo. Sobre la base de estas observaciones, Suzuki comenzó a ver un potencial increíble para el aprendizaje en los niños y, al adaptar los principios del aprendizaje de idiomas, Suzuki desarrolló un método titulado “Educación para superdotados”. Creía que escuchar y tocar buena música ayudaría a los estudiantes a lograr sus aspiraciones en la vida, que son la belleza del espíritu, el amor y la paz. Incluso en 1961, una presentación de un grupo de 400 estudiantes de Suzuki inspiró al famoso violonchelista Pablo Cassals a decir: "Quizás la música sea la que salve al mundo".

Con eso en mente, nuestro taller no solo prepara a los estudiantes para desarrollar el talento musical, sino también para ser buenos ciudadanos y disfrutar de las cualidades más edificantes como la integridad, la honestidad y la amabilidad.